RESEÑA: La película de Warcraft. El orco no es tan feo como lo pintan

Por qué Warcraft: El Primer Encuentro de Dos Mundos no es la peor película del universo


Hace unas semanas se desató la polémica: la película de Warcraft fue mostrada a los críticos de cine, que la repudiaron unánimemente como un producto incoherente, poco interesante o mediocre. Hubo de todo: que es la peor película de videojuegos desde Super Mario Bros., que es un contendiente sólido a la peor película del año, y mucho más. Sin embargo, un punto de vista opuesto existe: que la película sólo puede ser apreciada por los fans y que los críticos convencionales simplemente no están capacitados para apreciarla, lo que ha generado una "conspiración" del mainstream contra Warcraft. Quizás no haya una verdad objetiva, pero mi opinión, como gamer pero no como conocedor hardcore de Warcraft, es que la verdad está en algún lugar de en medio. Warcraft no es una de las grandes películas de fantasía de la historia, pero tampoco es una completa aberración: no es un Dungeons & Dragons ni nada parecido, pero tampoco trascenderá como un ejemplo brillante del cine de fantasía. Es más bien una producción digna pero no brillante, con sus fortalezas (visualmente sobretodo) y terribles defectos (en lo que se refiere a narrativa, exposición y coherencia). En general, se trata de una película que sufre mucho por la gran cantidad de contenido cortado en ella, que puede ser confusa para el espectador casual, y que muchas veces altera el lore sin mucha ganancia dramática, pero que no deja de tener sus buenos detalles y nunca comete los errores amateur de los que se le acusa con frecuencia.

Como hemos dicho, la película de Warcraft sigue una línea un poco diferente a la establecida en el canon de los videojuegos y novelas que conforman dicho universo narrativo: aunque el planteamiento es parecido, muchos personajes tienen un destino muy distinto al que les conocímos en sus apariciones originales. La historia básica es la misma, bueno, más o menos: los orcos, poderosos seres nativos del mundo de Draenor, crean con ayuda de la magia caótica o Fel un portal al próspero mundo de Azeroth, habitado por los humanos, con el fin de conquistarlo. La primera oleada de los orcos en Azeroth establece una base para capturar humanos y seguir alimentando el Portal Oscuro, construído por el poderoso brujo Gul'dan: sin embargo, del otro lado espera el poderoso Reino de Stormwind, gobernado por Llane Wrynn y cuyo destino guerrero está en manos de Anduin Lothar, el León de Azeroth. Con la improbable ayuda de un aprendiz de mago, Khadgar, y de la hermosa semi-orca Garona, Lothar y Llane intentarán descubrir el misterio detrás del Fel y derrotar las oscuras intenciones del poderoso brujo Gul'dan. Por su parte, en el lado de los orcos, el jefe del clan Frostwolf, Durotan, intentará oponerse a los caminos torcidos de Gul'dan y defender la tradición de los orcos, buscando la coexistencia con los habitantes de Azeroth. Las acciones de cada uno de estos protagonistas pondrán en movimiento una saga épica de largo alcance que, por lo que podemos entender por la película, apenas comienza en esta primera entrega.


UN MUNDO VISUALMENTE INCREÍBLE

Ahora bien, ¿qué es lo bueno y lo malo de la película? Primero hablemos de lo bueno. En el lado de los orcos, la película es un espectáculo visual increíble. En serio. Los orcos parecen más reales que la vida misma. Gul'dan, Durotan, Khadgar lucen completamente increíbles con gráficas que equilibran perfectamente el realismo (¡parecen totalmente de carne y hueso!) con una cierta estilización fantástica. Muy cool. Lo malo... es que ante tan majestuosos seres los humanos lucen algo... chafas. ¿Curioso no? La realidad luce menos real que la fantasía cuando esta está tan bien hecha: no sé si esto habla muy bien de la película o tan sólo nos dice que el departamento de CGI era mucho más talentoso que el de cinematografía. En fin. Otra cosa buena de la película es que es falso que se tome excesivamente en serio: es una cinta de aventuras con una adecuada dosis de humor y cuyo dramatismo no es exagerado. Es decir, la película es adecuada en su tono. Otro acierto de la película es el espectáculo visual aparte de los orcos: hermosos paisajes mágicos, pirotecnia de mana que a todos nos encanta y en general buenas ambientaciones del lado orco (aunque regulares del lado humano). En general, la historia del lado de los orcos también está bastante bien tratada a pesar de los cambios al lore, y cuando estas criaturas están en cámara la acción, diversión y violencia que tanto nos gustan está garantizada. En resumen: la película es bastante disfrutable con la mentalidad correcta, realizada con corrección y mucho amor al lore y detalles del juego.

Lo malo de la película es una cierta incoherencia narrativa, que en ocasiones puede ser francamente abismal. Lástima que no podemos comentar mucho sobre el asunto sin caer en spoilers, pero en general a la película le hace falta mucha exposición, explicación para los novatos y algunas secuencias simplemente rompen la lógica para obtener un desenlace determinado. A continuación algunos spoilers:

GUL'DAN=OP

En resumen, en muchos casos el hilo de la película se pierde, y sólo una persona que conozca un poco del lore sabe por qué están pasando las cosas, e incluso si sabes del lore muchas acciones son un poco carentes de sentido. Todos estos problemas resultan de una enorme cantidad de material cortado: Warcraft parece otro caso más de "espera a la edición del director, porque el corte teatral no es definitivo". Por el lado visual, el mundo de los humanos es un poco inconsistente. Hermosas armaduras y diseños se codean al lado de paredes genéricas con ladrillos falsos; geniales secuencias de batalla se alternan con claros fails visuales. Los elfos lucen horrible. Los magos Kirin Tor y sus ojos glowstick son algo ridículos en general. En resumen: no hay la suficiente armonía entre los dos mundos. Pero esto es una queja menor.

Del lado del lore, la película tiene bastantes discrepancias, y no siempre es para bien. En el lore los orcos son gobernados por sus clanes tradicionales, pero son manipulados por el poderoso hechicero Gul'dan, jefe del clan Stormreaver, a través del llamado Consejo de las Sombras. En la película, empero, Gul'dan parece ser el líder supremo de la horda, y en lugar de convencer a los orcos de beber la sangre de demonios como Mannoroth para obtener sus poderes, simplemente otorga el poder del Fel a los orcos y lo utiliza como combustible para sus objetivos de conquista. Como hemos dicho, el poder de Gul'dan es absurdo, casi el de un dictador, lo cual no refleja la verdadera naturaleza de la horda. Pero el principal cambio es Espoiler:
Esto se siente tan anticlimático y la secuencia contiene tantos eventos risibles, que podemos asegurar que la última parte de la película es lo peor. En general, Warcraft es una película que no sabe cerrar, porque tiene la obligación de crear la expectativa de una secuela. Y vaya que odio cuando los directores hacen eso: un buen consejo es que siempre debes hacer tu primera cinta como si fuera la última. ¡Como Matrix! Aunque toda la trilogía es un asco, siempre tendremos el buen recuerdo de la primera cinta.

ALGUNAS SECUENCIAS SON UN POCO RIDÍCULAS

En fin, la película de Warcraft no es tan mala como todos dijeron, pero tampoco es muy brillante que digamos, en especial en cuanto a trama y caracterización. Es más bien una mezcla entre lo bueno, lo malo y lo feo de Warcraft. A pesar de todos sus elementos fallidos, los fans lo disfrutarán, es sólo que no es todo lo que pudo haber sido, incluso como fan. Eso es lo más decepcionante de la cinta. Sin embargo, esto no convierte a la película en una aberración como los críticos lo han querido, sólo la vuelve... un poco mediana. La verdad ya es difícil que una producción de dinero en esta época caiga en los niveles en que Dugeons & Dragons cayó durante mi juventud... Warcraft es sólo una película desigual. No es muy trascendente, no supera a ningún gran ejemplar del cine de fantasía, pero tampoco es una bazofia al nivel de Masters of the Universe o semejante. En fin, el orco no es tan feo como lo pintan, pero necesita una buena manita de gato para la segunda parte.


Fuente: levelup
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